No Soy un Robot, sigue acelerando nuestros latidos y robando nuestros suspiros con cada capítulo. La historia de amor entre Min Kyu y Jo Ji Ah, como un delicado sistema de circuitos interconectados, se va intensificando a medida que ellos se van conociendo. Sin embargo, el gran dilema surge cuando Min Kyu sigue creyendo que Jo Ji Ah es un robot, creando un conflicto que pone a prueba el verdadero amor que está floreciendo entre ellos.
A lo largo de la trama, hemos sido testigos de cómo el romance brota por sí mismo, cuando Min Kyu empieza a sentir mariposas en el corazón y, finalmente, llega el tan esperado primer beso, un momento que nos hizo gritar de emoción. Sin embargo, recientes circunstancias nos han traído una revelación que no solo hizo latir nuestros corazones, sino que también nos llevó al borde del suspiro colectivo: escuchamos por primera vez a AG-3 (Jo Ji Ah) confesar que no es un robot.
Min Kyu, completamente confundido por sus propios sentimientos y por estar enamorado de lo que cree que es una máquina, se ve sumido en una desesperación emocional. En un estado de vulnerabilidad, le confiesa a Jo Ji Ah que desearía que ella fuera humana. Y en un giro inesperado, cae inconsciente, sumido en el sueño. Es en ese preciso momento, cuando AG-3, conmocionada por el dolor de su amo, se acerca a él y, con una ternura inesperada, dice: “No soy un robot.”
Ese momento, donde la verdad finalmente se deja caer entre los circuitos y las emociones, nos hizo estallar de emoción. No solo por el hecho de que AG-3 le confesó la verdad a Min Kyu , sino también porque esa declaración resonó con todos nosotros, los espectadores. “No soy un robot”, las palabras del título cobraron una nueva dimensión. Porque más allá de ser una simple frase, fue un acto de amor genuino, un acto que nos recordó que, a pesar de los circuitos, el amor puede surgir de los lugares más insospechados, y este kdrama nos está llevando a experimentar emociones únicas, profundas y llenas de mieles que solo el corazón humano, o casi humano, puede entender.
¿Qué será de este amor que va más allá de los circuitos? Seguiremos esperando, con los latidos acelerados, lo que vendrá.
