FOTOS | Iago, Abu y Rajah, los animales de carne, hueso y CGI
El live action de Aladdin se destaca por su majestuoso vestuario y sus canciones, pero algo que es digno de aplaudirse es su CGI, ¡aquí te cuento todo!
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Aladdín se ha convertido en uno de los más grandes clásicos en la historia de Disney.
Sin embargo, el live action tardó en llegar poco más de dos décadas, convirtiéndose en uno de los proyectos con la producción más llamativa.
Pero si eres de los que tiene años sin ver esta gran y mágica historia, pues este es el momento de darte un pequeño contexto.
La ciudad de Agrabah se eleva entre siete desiertos y en lo alto destaca el majestuoso castillo del Sultán.
Ahí vive Jasmín, la princesa, a quien le cuesta mucho seguir el destino que tiene que seguir al haber nacido en la realeza.
Pero su vida y la de los que la rodean cambiará por completo cuando Aladdín entra a la Cueva de las Maravillas y descubre la lámpara mágica que oculta un misterioso Genio.
Si bien, los protagonistas de esta mágica historia son todos humanos, aquí venimos a hablar de unos personajes que, si no estuvieran en la película, se sentiría un gran vacío.
Abu, el divertido y ágil mono que acompaña a Aladdín en todas sus aventuras (y robos), aparece al inicio con su dueño por las calles del mercado de Agrabah.
Cabe recalcar que Abu está inspirado en la especie macacos-pregos, (una forma intelectual de llamarle a los monos capuchinos).
Abu se caracteriza por ser un acompañante que no suele regirse por las reglas, y que aprendió a robar sin importar qué.
Comportamiento que lo lleva a cometer diferentes actos que llevan a Aladdín a meterse en muchos problemas.
Pero Abu no siempre es un mono capuchino.
Antes de que inicie la canción del Príncipe Alí, es convertido en un camello.
Y finalmente en un majestuoso elefante.
De esa forma es parte del grandioso escenario en donde se presenta al gran Príncipe Alí de Ababwa.
Por otro lado, Iago es el fiel acompañante del villano de esta historia, Jafar.
Este loro rojo se caracteriza por ser malcriado por su dueño.
Y, a diferencia de la película animada donde habla sin parar, en el live action decidieron reducir sus diálogos a palabras repetidas, para darle más veracidad.
Rajah, el fiel tigre de Jasmín, aparece junto a la princesa cuando llega un hombre de la realeza para pretenderla
Pausa para un dato curioso: cuando empezó la producción de este live action, se rumoreaba que Rajah sería reemplazado por Dalia, una mujer de carne y hueso amiga de Jasmín.
Retomando el tema, Rajah parece ser un animal bastante salvaje y con un temperamento voluble, sin embargo, es un compañero fiel que solo pretende proteger a su dueña.
Por otro lado, esta película destaca por el increíble trabajo realizado con sus efectos especiales.
Desde el Genio, la alfombra mágica, la Cueva de las Maravillas y, sobre todo, la diversidad de animales que forman una parte importante del entorno.
El mundo del cine ha revolucionado, y desde hace unos años lo que suele utilizarse para realizar esos efectos es el llamado CGI.
Pero, ¿qué es el CGI? Simple: son las imágenes que se generan a partir de la computadora.
En el caso de Aladdín, los animales fueron creados desde cero luego de haberse grabado las escenas con los actores y escenarios reales.
Con un costo de 183 millones de dólares, una de las apuestas más grandes de Aladdín claramente fueron los efectos especiales, cosa que no es nada fácil de lograr de una forma tan prolija.
Definitivamente el live action de Aladdín tiene cosas muy destacables, como el vestuario, el soundtrack y por su puesto su CGI, ¿qué te parece?
Recuerda ver este domingo 31 de marzo Aladdin.
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