La historia del monstruo de Frankenstein es una de las novelas de horror más famosas del mundo. Se han creado varias versiones del monstruo con diferentes personalidades. Hay varias cosas que seguramente desconoces de esta criatura, ¿dé donde es? ¿Cuándo y cómo nació?
La historia detrás del famoso monstruo de Frankenstein
La novela de Frankenstein nació durante un “año sin verano” en Europa. Se le llamaba así porque ese año el volcán Tambora en Sumbawa (Indonesia) hizo erupción en 1815, provocando que toneladas de azufre se extendieran por todo el planeta, provocando un enfriamiento duradero.
Debido a eso, el poeta Percy B. Shelley y su entonces amante Mary Godwin, junto al resto de sus amigos, se mantuvieron a salvo del clima dentro de la elegante mansión de Lord Byron. Aquí fue donde Mary se sintió atraída por las historias de horror y terror, pues ellos y el resto de invitados se divertían contando historias de miedo.
Otros de los temas que disfrutaban los presentes en la enorme casa de Lord Byron era conversar sobre los recientes descubrimientos científicos. Les apasionaba el tema de la electricidad dentro del cuerpo humano, pues en aquellos días descubrieron que el cuerpo, incluso muerto, podría tener respuesta ante la descarga.
Lord Byron puso el reto de escribir una historia de terror a sus invitados. Gracias a este reto, dos grandes obras literarias nacieron, “Drácula” de Bram Stoker y “Frankenstein” de Mary Shelley. Antes de escribir su novela, Mary no era escritora, pero se cuestionaba frecuentemente sobre la vida y la muerte. Mary Shelley, una noche, tuvo el sueño de un hombre grande y rígido, cobraba vida gracias a un motor y se ve de forma poco natural y tenso.
Había nacido el monstruo de Frankenstein, en 1818 se publicó bajo el título de “Frankenstein” o “El moderno Prometeo”. El nombre de ella no apareció en su libro, afortunadamente recibió el apoyo de su esposo para que su obra se diera a conocer.
En 1831 reescribió la historia por completo, esta es la versión que conocemos en nuestros días.
Mary Shelley murió el 1 de febrero de 1851 a causa de un tumor cerebral y entre sus cosas encontraron un poema de Percy B. Shelley Adonais y su corazón envuelto en seda. Se cree que lo conservó, esperanzada de que algún día el corazón de su esposo volvería a latir cómo en su historia.
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