A Cada Quien Su Santo | La armonía perdida
Omar vive resentido y apenado con su padre Don Leobardo, un hombre que es organillero. Omar se ha prometido “ser alguien en la vida” y hace todo lo posible por lograrlo.
Omar vive resentido con su padre, don Leobardo, a raíz del abandono que sufriera hace muchos años por su madre creyendo que se fue por “la vida de miseria” que tenía. Y es que don Leobardo es organillero, un oficio despreciable para Omar, quien se ha jurado a sí mismo “ser alguien en la vida”. Sin embargo, Omar enfrenta dificultades para cumplir sus sueños: se casó muy joven y ya tiene una familia que mantener, por lo que abandonó la carrera de arquitectura y desde hace años tiene un trabajo que le resulta tan odioso que termina por perderlo. Los escasos ahorros se terminan y se ve obligado a tragarse su orgullo y pedir asilo a su padre. Aunque don Leobardo los recibe gustoso, los conflictos entre padre e hijo estallan.