En la Ciudad de México, una de las leyendas más populares y perturbadoras es la que involucra a un demonio supuestamente encerrado en la Catedral Metropolitana. Esta historia, aunque cargada de misterio y oscuridad, está entrelazada con uno de los desastres naturales más devastadores que la capital ha sufrido: la inundación de 1629. Esto es lo que se dice.
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¿Qué dice la leyenda sobre el demonio encerrado en la Catedral de la Ciudad de México?
De acuerdo con la muy inquietante leyenda, tras la terrible inundación de 1629, dos frailes encargados de las obras de remodelación de la Catedral Metropolitana, entonces en pleno proceso de construcción, hallaron un sarcófago extraño en los sótanos del edificio. Este sarcófago no contenía un cadáver humano, sino una presencia maligna, que algunos identificaron como un demonio. Se decía que este ser maligno, al ser liberado accidentalmente, desató una serie de calamidades en la ciudad, incluyendo la misma inundación que asoló a la población. Se dice que un grupo de sacerdotes realizó un exorcismo para capturar al demonio, y finalmente este fue encerrado nuevamente en un cofre, el cual fue enterrado en las criptas de la Catedral, debajo de la tumba de Juan de Zumárraga, el primer arzobispo de México. Leyenda digna de un guion hollywoodense, ¿no?
¿Qué pasó durante la inundación de los 5 años en la Ciudad de México?
La inundación de 1629 es uno de los eventos más trágicos en la historia de la Ciudad de México. La ciudad, construida sobre los antiguos lagos de los mexicas, sufrió una intensa lluvia que comenzó el 21 de septiembre de ese año y se prolongó por más de 36 horas. La lluvia desbordó los canales y ríos, inundando casi por completo la ciudad, que se transformó en un gran lago con una profundidad de hasta dos metros y medio.
La cantidad de agua que cayó fue tal que los sistemas de drenaje de la ciudad no pudieron contenerla, lo que provocó que las viviendas y edificios fueran arrasados por las corrientes. Las comunidades indígenas, que vivían en zonas más bajas, fueron las más afectadas, con la destrucción de sus hogares y la pérdida de miles de vidas. Se calcula que alrededor de 30,000 personas fallecieron debido a las lluvias y los destrozos causados por el agua. Hay quienes afirman que Tlaloc tuvo que ver en esto, pero... ¿cómo pudieron seguir con sus actividades ante este desastre?
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¿Cómo se transportaban? La situación fue tan grave que los habitantes, ante la imposibilidad de transitar por las calles, tuvieron que utilizar canoas para moverse por la ciudad. ¿Se detuvieron las prácticas religiosas? Las misas se celebraban desde las azoteas de los conventos, ya que las iglesias estaban completamente inundadas. La ciudad vivió en el caos durante más de cinco años, hasta que las aguas finalmente comenzaron a descender, aunque no sin antes haber dejado profundas huellas en la memoria de la población (imagina las aterradoras postales). La escasez de alimentos, enfermedades y saqueos fueron una constante durante este largo periodo de desastre.
¿Quiénes están enterrados en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México?
La Catedral Metropolitana, además de ser un centro religioso de gran importancia en la Ciudad de México, también es un lugar donde descansan los restos de varias figuras clave en la historia del país. Entre los más destacados se encuentra Juan de Zumárraga, el primer arzobispo de México, quien desempeñó un papel fundamental en la evangelización de los pueblos indígenas. Su tumba se encuentra en una de las criptas más visitadas de la Catedral.
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Además de Zumárraga, en las criptas de la Catedral reposan otros personajes significativos de la época colonial (virreyes y arzobispos). Sin embargo, la Catedral no solo es el lugar de descanso de figuras eclesiásticas y políticas, también ‘duermen’ las ruinas de antiguos templos mexicas, lo que le otorga un significado aún mayor, al estar construida sobre lo que antes fue un sitio sagrado para los pueblos originarios.