El 19 de septiembre de 1985 es una fecha de luto para todo México, pues se registró el terremoto más mortal para la población, mismo que azotó al centro, sur y occidente del país.
No te alarmes con las sirenas de emergencia ¡Alguien recibirá ayuda!
Datos que debes conocer sobre el terremoto del 85
El terremoto de 1985 ocurrió a primeras horas de la mañana, siendo las 7:19 A.M. el momento en que retumbó la tierra.
La intensidad del sismo fue de 8.1 grados sobre la escala Richter, con una duración de 2.5 minutos, lo que lo hizo más trágico aún.
Su epicentro fue en la desembocadura del Río Balsas , en los límites de Michoacán y Guerrero, a 15 kilómetros de profundidad.
El movimiento fue tanto oscilatorio como trepidatorio.
Debido a su magnitud, se calcula que la energía que generó fue la equivalente a aproximadamente 30 bombas atómicas, como la debastadora que se soltó sobre Hiroshima.
Aunque tuvo decenas de réplicas, la más destacada ocurrió al día siguiente, el 20 de septiembre a las 7:38 P.M., pues se registró de 7.8 grados escala Richter.
A pesar de que el gobierno informó que habían sido poco más de 3 mil 500 los fallecidos, lo cierto es que se estima que la cifra pudo ser incluso de más de 10 mil.
Aunque esa cifra es muy triste, también está la de aquellas personas que lograron ser rescatadas para ponerlas a salvo, la cual fue de cerca de 4 mil; mismas que incluso fueron rescatadas hasta diez días después.
Después del sismo, muchos inmuebles quedaron afectados en su estructura, por lo que tuvieron que demolerse. Fueron un total de 152 edificios demolidos.
El primer mensaje a la nación por parte del presidente, Miguel de la Madrid, tras este devastador momento, se dio hasta tres días despúes, lo que le ocasionó ser abucheado durante la ceremonia de inauguración de la Copa del Mundo México 86.
A partir del terremoto del 85 se creó el Sistema Nacional de Protección Civil, con el fin de proteger y dar seguridad a los ciudadanos en caso de desastres naturales.
¿Qué fue lo más importante del terremoto de 1985?
Ante la tragedia, la solidaridad del pueblo mexicano salió a relucir. Sin importar la clase social, edad o género, las personas salieron a las calles a ayudar. Desde mover escombros con palas o sus propias manos; donar medicina, resguardar a personas afectadas, y hasta preparar y regalar comida a voluntarios o a quienes lo perdieron todo.